Qasdidat al-Burda


EL POEMA DEL MANTO
del Imam al-Busiri


Traducción: Abd al-Wâhid Gutiérrez Ontiveros
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El Imam al-Bûsîri fue autor de un célebre poema (Qasîda) titulado al-Burda (el Manto) en el que elogiaba al Profeta Muhammad (s.a.s.). La Qasîda de al-Bûsîri es recitada con mucha frecuencia en la reunión de los sufíes, y se considera que cada uno de sus versos tiene propiedades terapéuticas y místicas. Existe una inmensa cantidad de comentarios a este importante monumento de la literatura árabe de glorificación del Profeta (s.a.s.).

Sharaf ad-Dîn Muhammad ibn Sa'îd, más conocido como al-Bûsîri, nació en Egipto en 1213. Fue un extraordinario calígrafo (jattât). Fue iniciado en el sufismo por Abû l-'Abbâs al-Mursi, discípulo de Abû l-Hásan ash-Shâdzili. También fue experto en las ciencias del hadiz. Murió en Egipto probablemente en el año 1297. Escribió varias obras, pero su fama se la debe a dos poemas en elogio del Profeta, la al-Burda y la Hamçía.

Varios hermanos nos han pedido la trascripción y la traducción del poema para poder utilizarlo en las sesiones de Dzikr y Samâ' de la Yama'a Islámica de al-Andalus.. Respondemos a sus deseos poniendo en sus manos esta aproximación a la al-Burda, cuyas bendiciones son muchas.

o Primer capítulo
o Segúndo capítulo
o Tercer capítulo

Estribillo:

Mawlaya salli wa sallim da’iman
`ala habibika jayril-jalqi kullihimi
Ya Rabbi salli `ala Muhammadin wa `ala
Sadatina Alihi wa sahbhil-kirami


El primer capítulo
1.  ¿Es al recordar a los moradores de Dzi sálam
por lo que vierten tus pupilas lágrimas mezcladas con sangre?

 2.  ¿O bien es porque el viento sopla desde Kázima,
o porque el relámpagobrilla en la oscuridad sobre Ídam?

3. ¿Qué le pasa a tus ojos que, si les dices ¡basta¡, se desbordan?
¿y que a tu corazón que, si le dices ¡despierta¡, se abisma?

 4. ¿Cree el enamorado que puede ocultar su amor
entre lágrimas vertidas y ardores?
5. Si no fuera por pasión, no se derramarían lágrimas sobre los recuerdos,  
Ni te dejaria insomne la mención del ban o del ‘álam,

[6. ni te prestarían túnicas de llanto y languidez
la evocación de las jaimas y el recuerdo del morador de las jaimas.]

7. ¿Cómo puedes negar un amor cuando dan testimonio
de él contra ti las pruebas irrefutables de las lágrimas y el agotamiento?

8. el amor apasionado ha labrado dos lineas con llanto y enfermedad  
Del color de la pimienta sobre tus mejillas, o bien rojizas.
9. Sí; me ha visitado de noche el fantasma de aquél al que amo y me ha dejado en vela.
El amor mezcla los placeres y el dolor.

10. Tú, que me censuras a causa de una pasión pura, ¡discúlpame!
¡acéptalo de mi! Si fueras justo, no me censurarías.


11. Te ofende mi estado: mi secreto no está oculto
a los delatores, ni mi padecimiento acaba.

12. Me ofreces tu consejo, pero no lo escucho:
El amante es, ante los censores, sordo.

13. Yo sospecho del consejo de la cana en su censura
Pero la cana en su consejo está fuera de sospecha.

14. la inclinación que en mí impera no aprende del ejemplo,
a causa de su ignorancia, a pesar del aviso de la cana y la vejez,

15. ni ha preparado acciones hermosas para honrar
a un huesped que se ha instalado en mi cabeza sin pudor.

16.si hubiera sabido que no habría de respetarlo
lo habría ocultado con tintes para que no denunciara mi secreto.

 17. Quien me ayudará a dominar la fuerza de su rebeldía
Tal como se denomina la fuerza de los caballos con bridas?

 18. No pretendas con concesiones romper su apetito:
La comida refuerza la ansiedad del glotón.
 
19. La arbitrariedad es como un niño, si lo descuidas crece
Acostumbrado a que lo amamanten, pero si lo destetas se somete.

20.desvía su capricho y está en alerta para no seguirlo:
el capricho, si es atendido, mata o deshonra.

21. Vigílalo mientras lo apacentas en las acciones rectas:
Si encuentra dulces los pastos no lo acostumbres a ellos.

22. ¡Cuántos placeres ha embellecido para el hombre, y son asesinos
cuando no sabe que el veneno está en la mantequilla!

23. Cuídate de los engaños del hambre y la hartura:
¡cuántas quejas del estómago son peores que el empacho!

24. Vierte hasta la última las lágrimas del ojo que se ha llenado
De violaciones a la intimidad e instálate en el recinto protegido del lamento.

 25. Contraria al Nafs y a Shaitán, y desobedécelos,
Y su te brindan un consejo ¡sospecha!

26.No los obedezcas, sean contrincante o juez:
ya conoces las argucias del contrincante y el juez.

27. Pido a Allah disculpas por las palabras que no van acompañadas de acciones: 
Con ellas atribuyo descendencia a algo estéril.

28. Te ordeno el bien, y no lo cumplo. 
Yo no estoy derecho, ¿de qué sirve que te diga ¡sé recto!?

29. No me he aprovisionado antes de la muerte con gestos voluntarios;
No he hecho más Salat que el obligatorio y no he ayunado.


El tercer capítul
30. He sido injusto con la Sunna de quien dio vida a las tinieblas de la noche hasta
que se quejaron de dolor sus piernas entumecidas.

31. Y ató elhambre de sus entrañas, doblando
Bajo una piedra su costado de brillante piel.

32. Se le ofrecieron fabulosas montañas de oro
para apartarlo de sí mismo, y les mostró cuál era su altanería.


 
33.Confirma su desapego la necesidad en la que estaba,
pero la pobresa no doblega a los infalibles.

34. ¿Cómo habría de sujetar al mundo la necesidad de quien,
si no hubiera sido por él, el mundo no habría salido de la nada?


35. Muhammad es el señor de los dos mundos y de los dos
seres creados y de los dos grupos, los árabes y los no árabes.
36. Nuestro Profeta, el que ordena y el que prohíbe, nadie
Es más íntegro que él diciendo “no” o “sí”.

37. Él es el amado cuya intercesión se espera
ante toda calamidad que se abalance sobre nosotros.

38. Nos convoca hacia Allah: quienes se aferren a él,
se aferran a un lazo no roto.

39. Supera a los profetas en naturaleza y en carácter,
Y no se acercan a él en ciencia y generosidad.

40. Todos ellos, de Rasûlullâh, recogen lo que son
bebiendo de su mar o sorbiendo de su lluvia.

41. Están de pie ante él en sus límites,
en un punto de la ciencia o en un rasgo de la sabiduría.
42. Él es el de espíritu y cuerpo perfectos,
y lo eligió para intimar con él el Iniciador de la vida.

43. Carece de semejante en sus bellezas:
la gema de su hermosura no ha sido partida.
44. Deja de lado lo que los cristianos han dicho de su profeta,
y afirma lo que quieras elogiando (a Muhammad) y hazlo con sabiduría.

45. Atribuye a su esencia la nobleza que quieras,
y atribuye a su rango las inmensidades que desees,

46.pues la virtud de Rasûlullâh no tiene
límite  que pueda expresar nadie con la boca.
47. Si sus signos fueran equivalentes a la inmensidad de su rango
su nombre, al ser invocado, devolvería la vida al disuelto en el polvo.

48. No nos ha probado con nada que violente a la razón
Protegiéndonos así, por lo que no hemos vacilado ni hemos enloquecido.

49. Es agotador para la creación comprender su espíritu, y no se ve
cerca o lejos de él más que a exhaustos,

50. Él es a semejanza del sol que se muestra a los ojos en la lejanía
Como algo pequeño, pero que quema la mirada cuando lo encara.

51. ¿Cómo habría de alcanzar en el mundo su esencia
gente dormida entretenida en sueños?

52. A lo más que se llega a saber de él es que es humano
Y que es el mejor de todas las criaturas de Allah,

53. y que todos los signos con los que han venido los nobles profetas 
fa-ínnamâ ttasalat min nûrihi bíhimi 
 
54. Él es el sol de la virtud y ellos son sus planetas
  que muestran sus luces a las gentes que están en tinieblas, 

55  hasta que se alza por el horizonte y su señal abarca
a todos los mundos y reaviva a las naciones.

56. ¡Honra la creación de un Profeta al que adorna el comportamiento:
en él está la belleza encerrada y el regocijo lo califica!

57. Él es como la flor en el extremo de su hermosura, como la luna llena en nobleza,
como el mar en generosidad, como el tiempo en resolución.

58. Es como si estuviera, aunque él sea singular en su majestad,
en medio de su ejército, cuando te encuentras con él, rodeado de su corte.

59. Es como si sus palabras fueran perlas guardadas en la concha
de su boca que salieran iluminadas con la sonrisa.

60. La inteligencia cae cegada cuando lo contempla:
es como si mirara al sol de frente.

61. Ningún perfume iguala al de la tierra que cubre sus huesos:
¡enhorabuena al que lo huele y a quien besa su tumba!


El quarto capítulo
El quarto capítulo


62. Su nacimiento exteriorizó el aroma de su manantial:
¡oh, el perfume de su principio y de su final!

63. Un día (el del Máwlid) en que los persas adivinaron en él
que eran advertidos acerca de la destrucción y la ruina de su Imperio,

64. Esa noche, el formidable palacio de Cosroes tembló
Como sus ejércitos, que fueron desperdigados.

65. Se extinguieron de pena las llamas del fuego que adoraban,
y el Éufrates iba distraído a causa de sus pesares.

66. A Sawa la entristeció que el agua de su laguna se evaporara,
y tuviera que volverse irritado el sediento que acudía a ella.

67. Es como si en el fuego hubiera la humedad que hay en el agua
A causa del lamento, y en el agua estuviera la combustión que hay en el fuego.

68. Los genios gritan, las luces resplandecen:
la verdad aparece en el significado y en el significante.

69. Estaban ciegos y sordos (los kuffâr), y el anuncio de los acontecimientos no
fue oído y el relámpago de la advertencia no fue visto,

70. aun después de que informara a las gentes su sacerdote
diciéndoles que su espiritualidad torcida ya no se enderezaría,

71. y después de haber visto por el horizonte caer meteoritos
brillantes en número igual a los ídolos que se adoran en la tierra,

72. hasta apartar del camino de la Revelación a todo derrotado
de entre los Shayâtîn, que huían unos siguiendo a otros.

73. en su huída eran como los campeones de Abraha (vencidos por los pájaros)
o el ejército (al que hizo huir el Profeta en Badr) lanzándole guijarros con las manos

74. que arrojo después de oirlos glorificar a Allah cuando estaban en su palma,
y fueron arrojados como el Glorificador (Jonás) de las entrañas de la ballena.



El quinto capítul
El quinto capítulo

75. A su llamada acudían los árboles humildemente
caminando sobre piernas sin pies,

76. como si estuvieran trazando líneas para lo que escriben
sus ramas con esplendorosa caligrafía en derechura,

77. como la nube que, a donde él iba, lo acompañaba
protegiéndolo del calor del horno, guardándolo al mediodía.

78. ¡Juro por la luna hendida que él tiene
el corazón tal como es dicho en este juramento!

79. La cueva contuvo Abundancia y Generosidad
Que la mirada de los idólatras no pudo ver.

80. La sinceridad estaba en la cueva, y el Muy Sincero, y no la abandonaron,
mientras (los kuffar) decían: “No hay nadie en la cueva”.

81. Creyeron que la paloma y creyeron que la araña sobre
el Mejor de las Criaturas no tejería ni revolotearía.

82. El cuidado de Allah le evitó tener que reforzar
sus cotas de malla o (tener que refugiarse) en elevadas fortalezas.

83. Cuando el tiempo me tortura con un agravio, acudo a él
y encuentren su vecindad una ayuda que no humilla.

 84. Cuando he buscado Riqueza para las dos Moradas en sus manos
he recogido el deseado rocío de la mejor de las fuentes.

 85. No niegues la Revelación en sus sueños. Él tiene
un corazón que, cuando dormían los ojos, no dormía.

86. Eso fue lo que le abrió la puerta de la madurez en la profecía.
No negó (sus Revelaciones) entonces mientras soñaba.

87. ¡Por Allah! La Revelación no se improvisa,
ni ningún profeta es, en la ausencia a los sentidos, sospechoso.

88. ¡A cuántos la palma de su mano sanó con el roce,
y a cuántos obsesos liberó de la locura!

89. Con su invocación devolvió la vida al año estéril
Hasta ser contado como el mejor de entre los tiempos fértiles,

90. con nubes generosas, e imaginarias los llanos
inundados por ríos o desbordadas las presas.

91. Cuando la llanura se quejó de la fuerza del torrente, le dijo:
“De sobre las mesetas y las colinas se ha derramado”.

92. La tierra entregó la riqueza en ella depositada,
Con el permiso de su Creador, a la gente, así como su dulzura,

93. y se vistió con galas de seda, y ciñó
turbantes en las cimas de las mesetas y las colinas;

94. los palmerales se alzan dejando brillar sus palmas
como si fueran gala y tinte sobre los ojos.

95. El mal de la sequía se apartó de la gente, y en su lugar
Se estableció la abundancia, en vez de la desgracia y la desesperación.

96. Sisigues los signos del profeta
Alcanzaras motivo para el orgullo tras motivo de orgullo.

97. Di al que intenta alcanzar la cumbre de su elogio:
“Son dones en cuya expresión yo no me esfuerzo”

98.No me digas: “¿Cómo los has anudado?
Al favor de Allah no se le dice: “Esto es por esto”

99. Si no fuera por el Cuidado de Allah, lo relativo a él
Sería igual que fuera pronunciado o callado.


El sexto capítul
100. Déjame describir sus prodigios que se han mostrado
tan evidentes como el fuego de la hospitalidad sobre una montaña.

101. La belleza de la perla aumenta cuando está ensartada,
Aunque su valor no disminuye porque esté sola.

102. La exageración de la esperanza al elogiarlo
no acierta a narrar la nobleza de sus cualidades.

103. Signos del Verdadero, provenientes del Misericordioso, hechos en el tiempo
Que en su origen son eternos, como Aquél al que describe la atemporalidad.

104.No están en el tiempo, pero nos hablan
del Reencuentro, de ‘Ad y de Íram

105. Permanece entre nosotros, y supera todos los prodigios
de los Profetas, que se han realizado y no han durado.

106. Versículos bien trabados que no dan oportunidad de confundir
al que ama la disputa, ni necesitan árbitro que les haga justicia.

107. No es combatido nunca (el Corán) sin que vuelva de la guerra
su más contumaz enemigo, a él, entregando las armas.

108. Su elocuencia rechaza la pretensión del oponente
a semenjaza del celoso que expulsa la mano del que se sobrepasa.

109. Tiene significados como las olas del mar durante la marea alta
y están por encima de sus gemas en belleza y valor.

110. No se pueden contar ni abarcar sus maravillas,
ni agota ni aburre frecuentarlo.

111. Refresca el ojo al que lo recita. Y yo le he dicho:
“Has hallado el cordón umbilical de Allah. Aférrate”.

112. Si lo recitas con temor a un Fuego agitado
lo apagarás, a pesar de su rebeldía, con agua fresca.

 113. Es como el Estanque que hace resplandecer los rostros
De los errantes cuando acuden a él como palomas.

114. O como si fuera el Sendero y la Balanza en justicia:
la equidad de otros, entre las gentes, no se ha enderezado.

 115. No te sorprenda el envidioso que lo rechaza
Haciéndose el ignorante cuando comprende con agudeza.

116. El ojo niega la luz del sol cuando lo cubren las legañas,
la boca abomina de la dulzura del agua cuando está enferma.


El séptimo capítul
117. Tú eres el mejor de aquéllos a cuyos patios han llegado caravanas de buscadores,
que han acudido inquietos, sobre camellas que dejaban profundas huellas.

118. Tú eres el Gran Signo para el que mira con atención,
tú eres el Botín Supremo para quien se lanza a la batalla.

119. Viajaste de noche de un espacio vedado a un espacio vedado
tal como se desliza la luna llena entre espesas oscuridades.

120. Pasaste la noche ascendiendo hasta que alcanzaste una morada
a la distancia de dos medidas de arco, que antes no fue alcanzada ni buscada.

121. Todos los profetas te dejaron su sitio,
y los mensajeros, tal como es servido el señor entre los suyos.

122. Atravesaste los Siete Cielos con ellos,
en medio de una caravana en la que eras el portaestandarte.

123. (Te alzaste) hasta no dejar una meta más alta a la que aspirar,
te acercaste tanto no quedando ya más proximidad alcanzable.

124. Dejaste atrás todo rango en relación a ti cuando
fuiste invocado para que te alzaras con tu singular nombre propio,

 125. para que lograras una comunicación velada.
a otros ojos, y un secreto a otros ocultado.

126. Te apoderaste de toda gloria en la que no ha participación
y superaste todo rango en torno al que no se agita la multitud.

127. ¡Inmenso es el valor de los grados de los que se te hizo cargo,
inenarrables son los placeres de los que se te hizo despositario!

128. ¡Enhorabuena a nosotros, las gentes del Islam! Para nosotros es
un pilar del Cuidado que no es destruible.

129. Porque Allah convocó a su obediencia a nuestro convocador,
por el más noble de los profetas, somos la más noble de las naciones.


El òctavo capítulo
El octavo capítulo

130. Aterrorizó los corazones de los enemigos la noticia de su misión
como el rugido espanta al rebaño descuidado.

131. No dejó de perseguirlos en cada campo de batalla
hasta que las lanzas los hicieron parecer carne preparada para ser devorada.

132. Quisieron huir y hubieran deseado ser
los despojos que las águilas y los abantos se llevan.

133. Pasaban las noches y no sabían cuántas eran
mientras no fueran las noches de los meses de tregua.

134. Es como si el Islam fuera un huésped que ocupara los patios
de campeones a los que apeteciera la carne de los enemigos,

135. y los arrastrara como un mar de ejércitos sobre caballos nadadores
y cada ola lanzara héroes rebelados,

136. salidos de reuniones buscando con sus esfuerzos a Allah
y que hicieran resplandecer sus espaldas para arrancar de raíz y abrazar el Kufr,

137. hasta que la Ley del Islam, gracias a ellos,
tras su exilio, se unió a su origen,

138. tutelado por siempre por el mejor padre
y la mejor compañera, no quedando huérfano ni desamparado.

139. Eran montañas. Pregunta a quienes tropezaron con ellos
¿qué vieron que hicieran en cada encuentro guerrero?

140. Pregunta qué sucedió en Hunain, en Badr y en Uhud:
fueron para ellos modos de muerte más terrible que una epidemia.

141. Retomaban sus blancas espadas enrojecidas después de que bebieran
(la sangre) de enemigos de negras sienes.

142. Escribían con lanzas afiladas. No dejaron
sus cálamos la letra de ningún cuerpo sin puntuar.

143. (Cuando en el campo de batalla que reunía a los ejércitos se levantaba el advertidor
se hacían sordos los oídos de los valerosos)

144. Los portadores de afiladas armas tienen signos que los distinguen
como la rosa se diferencia por su perfume de los arbustos espinosos.

145. Los vientos de la victoria le traen el perfume de la noticia
y creerías una flor en su ramillete a cada héroe.

146. A lomos de sus caballos son como plantas enraizadas en altas colinas
a causa de la fuerza de su resolución, no de sus cintos.

147. Temblaban los corazones de los enemigos de espanto ante su violencia:
no podrías distinguir entre ellos a las ovejas de los valientes.

148. A quien tiene en Rasulullâh la fuente de su victoria,
aunque lo sorprendan los leones en su selva, puede estar calmado.

149. (Quien se adhiera a ti, oh el mejor de los hombres en nobleza,
Allah es su Protector ante quien busque dañarlo.)

150. No verás a ninguno de sus aliados que no sea asistido
por él ni a ningún enemigo que no sea quebrado.

151. Ha incluido a su nación en el amuleto de su Ley
como el león que está entre sus cachorros en la jungla.

152. ¡Cuántas veces las Palabras de Allah han polemizado
a su favor! ¡Cuántas veces el Corán ha reducido, con argumentos, a sus contrincantes!

153. Te basta como prodigio la ciencia del letrado
en la época de la ignorancia, y cómo fue enseñado en su orfandad.


El noveno capítulo
El noveno capítulo

154. Lo sirvo en un Elogio con el que quiero reducir
las torpezas de una vida gastada en la poesía y la servidumbre,

155. que me han marcado con un signo cuyo destino temo,
señalándome como si yo fuera una víctima para el sacrificio.

156. He obedecido la inclinación de la juventud en los dos casos y no
he cosechado más que torpezas y lamentos.

157. ¡Que ruina de vida en sus trueques
que no ha comprado el Islam ofreciendo el mundo, y ni ha regateado!

158. Quien se apresura en sus negocios y se fía de promesas
acaba atribulado en sus ventas y contratos.

159. Aunque vuelva a la torpeza, mi alianza no la revoca
el profeta, ni mi lazo con él queda roto.

160. pues pesa sobre su conciencia mi nombre
que es Muhammad, y él es la más fiel criatura a sus pactos.
161. Si en mi Retorno a Allah él no me toma de la mano
haciendo gala de su generosidad, di: “Lamentable desgracia”.

162. Ël está por encima de privar al que espera de su nobleza
o de que se vuelva, el que se acoge a su vecindad, despreciado.

163. Desde que obligué a mis pensamientos elogiarlo
o encontrado en él al que mejor se obliga a liberarme.

164. A su riqueza no se le escapará ser generosa ante una mano vacía:
el pudor (de la lluvia) hace crecer flores en lugares imposibles.

165. No quiero una flor del mundo como la que arrancó
el poeta Çuháir con sus adulaciones a Hárim



El décimo capítulo


166. ¡Oh, la más noble de las criaturas! No tengo quien me consuele
aparte de ti cuando me venga encima la calamidad inmensa.

 167. No será estrecha, ¡oh, Rasûlullah!. tu majestad ante mí
cuando el Generoso se muestre bajo su Nombre “el Vengador”.

168. Parte de tu ser es el mundo y su Gemela,
y parte de tu ciencia es la ciencia de la Tabla y el Cálamo.
169. Corazón mio, no desesperes a causa de torpezas inmensas
las vilezas más miserables, frente a la Tolerancia, son insignificantes.

170. Tal vez la Misericordia de mi Señor, cuando la distribuya,
venga a la par de la inmensidad de la rebeldía.
171. Señor, no hagas que mi esperanza sea defraudada
ante ti, y haz que en mis cuentas no salga perdiendo.

172. Se delicado con tu siervo en las dos Moradas, pues tiene
una paciencia que cae derrotada ante los terrores.
173. Permite a las nubes de tus bendiciones por siempre
sobre el profeta derramarse como torrentes y arroyos,

174. mientras las ramas del ban se balanceen con el viento
y emocione a los camellos con su canto el guía de la caravana.


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